Reflexión sobre Juan 5:11: "Respondióles: El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda."
Qué dice el versículo
En Juan 5:11, encontramos las palabras del hombre que Jesús sanó en el estanque de Betesda. Tras recibir la sanidad, él explica a las autoridades que fue el mismo Jesús quien le ordenó tomar su lecho y andar. Este versículo es una declaración poderosa de cómo Dios actúa en la vida de quienes creen en Él.
Qué hacemos con este mensaje
Este versículo nos invita a reconocer la autoridad de Jesús y a responder con fe activa. No basta con recibir sanidad o bendición; también debemos actuar conforme a lo que Dios nos manda, dejando atrás nuestras limitaciones y caminando en libertad.
El hombre sanado no solo fue curado físicamente, sino que también recibió una nueva identidad y propósito. Al tomar su lecho, dejó atrás la condición de enfermo y comenzó una vida transformada. Así, Dios nos llama a dejar atrás aquello que nos ata y a avanzar con confianza en su voluntad.
Jesús no solo sana, sino que también nos capacita para vivir plenamente. Su palabra es clara y autoritativa: “Toma tu lecho y anda”. Esto significa que la sanidad viene acompañada de una responsabilidad: la de caminar en la nueva vida que Él nos da.
Además, este pasaje nos recuerda que la fe activa implica obediencia. La sanidad no es solo un milagro para admirar, sino un llamado a actuar, a levantarnos y a vivir conforme a la gracia recibida.
Al igual que el hombre del estanque, podemos enfrentar desafíos y dudas, pero la invitación de Jesús permanece: tomar lo que Él nos ha dado y avanzar sin miedo.
Es fundamental entender que la sanidad y la liberación en Cristo requieren nuestra respuesta decidida y nuestra acción fiel.
- Reconocer a Jesús como fuente de toda sanidad y transformación.
- Obedecer sus palabras, incluso cuando nos exigen dar pasos de fe.
- Dejar atrás las viejas limitaciones y ataduras que nos impiden avanzar.
- Caminar con confianza en la nueva vida que Él nos ha dado.
"El que me sanó, él mismo me dijo: Toma tu lecho y anda." – Juan 5:11 (RV 1909)