De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.

Juan 14:12

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre. (Juan 14:12, RV 1909)

El Mensaje

Este versículo de Juan nos invita a comprender una verdad profunda y transformadora: la fe en Jesús no solo nos conecta con Él, sino que nos capacita para continuar su obra en el mundo. Jesús promete que quienes creen en Él realizarán obras aún mayores, lo que revela un llamado a la acción y a la esperanza dinámica.

En el contexto histórico, Jesús estaba preparando a sus discípulos para su partida, asegurándoles que su presencia no se extinguiría con su ausencia física. Más bien, su poder y misión continuarían a través del Espíritu Santo, que empoderaría a sus seguidores para extender el Reino de Dios.

Viviéndolo

En nuestra vida diaria, esta promesa significa que la fe activa nos impulsa a ser agentes de cambio, amor y servicio. No se trata solo de creer pasivamente, sino de vivir en comunión constante con Jesús, permitiendo que su poder fluya a través de nosotros.

Podemos, por tanto, confiar en que nuestras acciones, aunque parezcan pequeñas, forman parte de un plan mayor. Dios nos llama a ser instrumentos de su gracia, sanando heridas, mostrando compasión y sembrando esperanza donde haya desesperanza.

Este versículo también nos desafía a superar dudas y miedos. La obra que Jesús hizo fue extraordinaria, pero su promesa es clara: podemos hacer aún mayores obras porque Él nos acompaña y nos guía hacia el Padre.

  • La fe activa es la clave para participar en la obra de Dios.
  • Jesús nos promete poder y autoridad para continuar su misión.
  • Nuestra vida cristiana debe reflejar obras de amor y servicio.
  • El Espíritu Santo es el que nos capacita para hacer estas obras.
  • Las mayores obras implican confianza en la guía divina.

Creer en Jesús es comprometerse a ser su instrumento vivo en el mundo, transformando vidas y circunstancias con su poder.

"Porque yo voy al Padre" no es una despedida, sino la garantía de que el poder divino desciende para que podamos vivir y actuar con autoridad y amor.

Que esta promesa nos anime a vivir con valentía y propósito, sabiendo que la misión de Jesús continúa en nosotros y a través de nosotros. En cada acto de bondad y servicio, hacemos realidad las obras que Él hizo y aún mayores.

Encuentra versículos bíblicos para cada momento

)